El nitrógeno gaseoso se utiliza en una variedad de sistemas y procesos en las industrias de fabricación y envasado de alimentos. A menudo considerado como el estándar de la industria para la conservación no química, el nitrógeno es una opción económica y fácilmente disponible. Adecuado para una variedad de usos, el nitrógeno necesita ser monitoreado para determinar la pureza y los contaminantes potenciales. Dependiendo del tipo de uso, el canal de distribución y los niveles de pureza requeridos, se deben implementar diferentes planes de prueba para garantizar la seguridad.

Usos Para Nitrógeno En El Proceso De Alimentos

Debido a que los alimentos están compuestos de productos químicos reactivos, el trabajo de los especialistas en envasado y los fabricantes de alimentos consiste en encontrar formas de proteger los nutrientes y garantizar la calidad de su producto. El oxígeno puede ser perjudicial para los alimentos envasados, ya que este gas hace que los alimentos se oxiden y puede estimular el crecimiento de microorganismos (Welt y Connaughton, 2017). Los alimentos que son particularmente susceptibles a estos riesgos incluyen carnes grasas, pescado, verduras y productos listos para comer. De hecho, un tercio de los alimentos frescos no llega a los consumidores debido al deterioro del transporte (Sengupta, 2017). Modificar la atmósfera del empaque puede ser una forma efectiva de garantizar que los productos sigan siendo seguros para los consumidores.

Para aumentar la vida útil de los productos frescos, muchos fabricantes eligen modificar la atmósfera del empaque para incluir niveles más altos de nitrógeno (American Chemistry, 2010). Debido a que es un gas inerte seguro, el nitrógeno es un excelente sustituto del oxígeno o gas suplementario en el envasado y la fabricación de alimentos. El aumento de nitrógeno conserva la frescura, protege los nutrientes y evita el crecimiento microbiano aeróbico. 

El principal desafío con la modificación de la atmósfera del empaque es que algunos productos alimenticios requieren una pequeña cantidad de oxígeno para mantener su coloración y textura (Welt y Connaughton, 2017). Las carnes rojas, por ejemplo, cambiarán de color cuando estén privadas de oxígeno. Los fabricantes de alimentos a veces eligen una menor pureza de nitrógeno para hacer que su producto sea más aceptable para los consumidores. Además de las carnes y verduras, el nitrógeno se utiliza con mayor frecuencia en las industrias del café y la cerveza. Guinness, por ejemplo, es conocido por su espuma característica producida por gas nitrógeno (Welt y Connaughton, 2017). Además, el café preparado con nitrógeno se ha vuelto muy popular. Los fabricantes de bebidas que introducen nitrógeno en su producto deben cumplir con ciertos niveles de pureza y asegurarse de que el gas esté libre de contaminación.