En el competitivo mundo empresarial, la gestión inteligente de los recursos es clave. Cuando se trata del suministro de aire comprimido, surge la pregunta: ¿cuáles son los costos involucrados? Es aquí donde entran en juego dos enfoques principales: la compra de equipos y la compra de aire.
La compra de equipos implica adquirir los componentes necesarios para generar aire comprimido. la compra de aire como un servicio, requiere en este enfoque una inversión inicial considerable, así como financiación bancaria para cubrir los costos. Además, el mantenimiento de los equipos es responsabilidad del cliente, lo que puede requerir recursos adicionales y personal calificado en planta.
Por otro lado, la compra de aire ofrece una alternativa innovadora y conveniente. En este modelo, se paga un cargo mensual por el aire comprimido utilizado, ya sea en una tarifa fija o variable. Una de las principales ventajas de este enfoque es que no consume el cupo de crédito de la empresa, lo que permite una mayor flexibilidad financiera.
Además de los beneficios financieros, la compra de aire como un servicio también ofrece ventajas fiscales significativas. El canon mensual es 100% deducible del impuesto de renta, lo que puede resultar en importantes ahorros fiscales para la empresa. Además, al no aumentar el impuesto al patrimonio y cruzarse el IVA del canon con las ventas, se optimiza la carga tributaria.
Otro aspecto a considerar es el mantenimiento. Con la compra de aire, el mantenimiento corre por cuenta del proveedor, lo que libera recursos y permite enfocarse en la actividad productiva principal de la empresa.
En resumen, la venta por m³ – aire como un servicio ofrece una opción atractiva para las empresas que buscan optimizar sus recursos financieros y operativos. Al elegir este enfoque innovador, las empresas pueden reducir costos, simplificar el mantenimiento y mejorar su eficiencia en general. ¡Descubre cómo la compra de aire puede impulsar el éxito de tu empresa hoy mismo!
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